17 de abril de 2010

Ahorro de energía en el hogar (parte 1)

Existen acciones que se pueden llevar a cabo a un mínimo costo para obtener "victorias tempranas" en la gestión de ahorro energético. Están dirigidas básicamente a inmuebles, llevadas a cabo para conseguir utilizar la mínima cantidad posible de energía mientras se mantienen los niveles de confort.
También se pueden aplicar a una fábrica, a oficinas, a un centro deportivo, y a cualquier lugar dónde se requiera uso de energía.
Iremos publicando a partir de hoy acciones que optimizan el uso de la energía, centradas en la conservación, recuperación y sustitución de la misma.


Artefactos / dispositivos hogareños

Los aparatos electrodomésticos en promedio participan con el 20% de la energía consumida en el hogar, siendo los refrigeradores, los lavarropas y los secarropas los artefactos que más consumen.

El resto de la energía está, principalmente, asociada con el comfort, es decir, la calefacción y el aire acondicionado.

Debemos tener en cuenta que cuando se adquiere un electrodoméstico, se pagan dos precios. El primero es el precio de compra: consideralo el pago inicial. El segundo precio es el costo de operación del aparato durante toda su vida útil. En los próximos 10 a 20 años, dependiendo del electrodoméstico, vas a pagar ese segundo precio todos los meses en tu factura eléctrica o de gas.

Ahora bien, poniendo en practica medidas sencillas, podés reducir tu factura energética entre un 10% a 50%, contribuyendo así a minimizar la contaminación atmosférica. La clave para alcanzar estos ahorros esta en la elaboración de un plan integral de eficiencia energética para la vivienda, es decir, no tomar o analizar cada artefacto de una forma independiente sino que cada uno de ellos forma parte del sistema energético de la vivienda.


1) Aire acondicionado: cuando adquieras un equipo de aire acondicionado central, tomá en cuenta el índice o relación de eficiencia energética estacional (SEER) por sus siglas en ingles, lo cual no es mas que el total de frío producido por el equipo, durante su período normal de uso anual, dividido por la energía utilizada por el equipo, expresada en Vatios/Hora, durante el mismo período. El valor más alto de este índice es 18. Valores por debajo de 12 no son recomendables. En el caso del equipo de aire acondicionado de pared, el índice es el de eficiencia energética (EER) por sus siglas en ingles. Su máximo valor es de 13. Valores por debajo de 9 no son recomendables. Adicional a lo anterior tené en cuenta que el equipo posea: ventilador de velocidad múltiple, termostatos automáticos o programables, evaporador para los climas secos y refrigerantes que no afecten la capa de ozono. Por otra parte, considerá sustituir equipos que tengan mas de 8 años de servicio, ya que la eficiencia disminuye con el tiempo y la tecnología avanza. Fijá el termostato en el valor más bajo que te sea confortable. Limpiá o sustituí el filtro de aire cada dos meses y efectuale mantenimiento al equipo cada dos años.

Fuente: www.monografias.com/trabajos30/ahorro-energia-inmuebles/ahorro-energia-inmuebles.shtml

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