27 de noviembre de 2010

Unquillo ya recicla la mitad de la basura


El plan lleva 10 años y en 2011 abarcará toda la ciudad. Ahorra así costos de derivación de residuos al enterramiento de Córdoba.

Mientras el destino de los residuos de la ciudad de Córdoba y de gran parte de los municipios que la rodean es aún una incógnita para el futuro cercano, Unquillo está preparada para tener menos problemas que otras poblaciones de la zona de las Sierras Chicas.
Esta ciudad viene implementando desde hace casi una década un programa que le permite ahora reducir en un 60% la basura domiciliaria que traslada al sistema de enterramiento de Córdoba. El resto logra reciclarlo.
Unquillo tiene casi la misma población que su vecina Río Ceballos (unos 19 mil habitantes). Pero deriva a Córdoba la mitad de la basura. Eso le representa la mitad de gastos en fletes y en el tratamiento por tonelada.
El “plan integral de tratamiento y disposición final de residuos sólidos urbanos” parte de la concientización a la población para lograr la separación de la basura en cada domicilio, discriminando los desperdicios orgánicos (restos de comidas) de los inorgánicos (papel, vidrio, plástico y latas).
“El plan tiene como objetivo disminuir el volumen de la basura producida. Una bolsa convencional de cualquier vivienda contiene en promedio 80 por ciento de residuos orgánicos, que se pueden recuperar mediante tratamientos de descomposición transformándolos en compost, que devolvemos a los vecinos para fertilizar la tierra y ayudar a mejorar plantas, jardines y huertas”, explicó con mucho entusiasmo la directora de Medio Ambiente local, Silvana Herrero.
La otra parte es el reciclado del material vendible, como plásticos, vidrio, cartones y metales, que el municipio comercializa a empresas dedicadas al rubro.
El trabajo llevó su tiempo. Comenzó por algunos barrios y ya alcanza a 16, con el horizonte de abarcar a toda la ciudad a mediados del año próximo.
Conformidad. En su casa de barrio Villa Aurora, Juan De la Rosa es uno de los muchos que además de separar la basura en su casa, ha incursionado en la producción de compost (fertilizante) propio, en su patio.
“Desde hace años practico esta forma de reciclar la basura. Empecé con las podas, después con los residuos orgánicos, hoy tengo una quinta abonada con la tierra y hasta recibo les basura a los vecinos”, señala, muy comprometido.
Cada vez son más los vecinos que hacen lo mismo que De la Rosa. El resto –la mayoría– separa la basura en casa y es el municipio el que produce en su planta el compost.
En el predio del viejo basural, además de transformar la basura orgánica en abono, el municipio instaló un galpón para la clasificación y reciclado de lo inorgánico y sigue sumando maquinarias.



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