27 de noviembre de 2010

pilas descartables vs. recargables


El consumo de pilas y baterías, primarias (no recargables o desechables) y secundarias (recargables) tiende a incrementarse año tras año, no sólo por el crecimiento de la población sino también por el incesante aumento de la cantidad de aparatos y artefactos que las utilizan.
Todas las pilas y baterías contienen materiales contaminantes que tienen la potencialidad de ser liberados y causar impactos en su tratamiento (según la tecnología) y disposición final.
Existe una gran variedad de pilas y baterías en el mercado, que varían en la naturaleza de sus componentes activos, en su geometría y tamaño. Cada sistema tiene su propia combinación de materiales que determinan la capacidad, voltaje de salida y vida útil. Sin embargo en este caso vamos a enfocarnos en una breve descripción de las pilas descartables versus las recargables.
Las pilas descartables contienen numerosos metales pesados y son poco rentables al nivel energético. Estas pilas tienen el potencial de liberar muchos compuestos peligrosos: ácido, plomo, aluminio, litio, zinc, y algunos metales pesados si no son tratadas como residuos especiales.
Las pilas recargables también contienen metales pesados, pero su mayor vida útil en comparación con las descartables, las hacen una opción mas amigable con el medio ambiente. Generalmente para uso doméstico estas pueden clasificarse en: pilas de Níquel-Cadmio (Ni-Cd) y de Níquel-Hidruro Metálico (Ni-MH).
De acuerdo con un estudio realizado por Bio Intelligence Service y ADEME de Francia, las baterías NiMH son más respetuosos del medio ambiente que las pilas descartables y tienen una vida útil de 400 a 1000 veces en comparación con las descartables.
Ninguno de estos dos tipos de pilas deben ser tiradas a la basura convencional. Al fin de su vida útil es necesario dejarlas en los puntos de recolección existentes en cada ciudad.


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